
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Fujimori fue nuevamente sentenciado por corrupto!

domingo, 27 de septiembre de 2009
Islay le dice no a la minería

Hoy se realiza la Consulta Vecinal en Cocachacra sobre proyecto minero Tía María
Este domingo 27 de setiembre será una fecha clave para el distrito de Cocachacra, dado que se realizará la Consulta Vecinal con el fin de decidir el futuro del proyecto minero Tía María a cargo de la empresa Southern Copper Company (CSS). Cabe recordar que esta consulta fue exigida por los pobladores de Cocachacra a raíz de los intentos de la empresa minera pretende de instalarse en el territorio del distrito y utilizar las aguas del subsuelo y del río del valle del Tambo, lo cual afectaría severamente la producción agropecuaria de la zona.
En la Consulta Vecinal, además de los habitantes de Cocachacra, participarán también los pobladores de los distritos de Islay-Matarani, Punta de Bombón y Dean Valdivia, los cuales conforman el Valle del río Tambo, así como el distrito de Mejía. Los cinco distritos emitieron una Ordenanza Municipal avalando la Consulta como mecanismo democrático para manifestar el sentido de la población sobre un posible inicio de las actividades mineras. Al respecto, el Sr. Juan Guillén, alcalde de Cocachacra estimó que un 90% de la población de estos distritos rechaza el proyecto minero y pidió respetar el resultado de la Consulta. Este descontento con el inicio de las actividades mineras se hizo notar el pasado 27 de agosto, cuando varios miles de pobladores de Cocachacra y distritos aledaños impidieron el desarrollo de una audiencia pública convocada por la SCC, que tuvo como objetivo aprobar el
Estudio de Impacto Ambiental. Argumentando una carencia de una licencia social por parte de la empresa, los pobladores de Cocachacra, organizado en el Frente de Defensa del Medio Ambiente y Recursos Naturales, exigieron la realización de una Consulta Vecinal, misma que fue convocado posteriormente por las autoridades de cinco de los seis distritos que conforman la provincia de Islay.
Cabe recordar que casi la mitad del territorio de la provincia de Islay se encuentra concesionado a empresas mineras. Desde varios años eso lo tiene severamente preocupada a la población, cuya economía está basada en el cultivo de arroz, caña de azúcar, alcachofa y aji paprika, así como la pesca de camarones y distintas variedades de peces únicas de la región. Tanto Cocachacra como los demás distritos han reiterado la importancia de su modelo agroexportador y ecoturístico. En una situación de escasez hídrico, la población de la provincia se manifestado su oposición a la extracción de agua para fines que no sean agrícolas.
El inicio de la Consulta Vecinal en los cinco distritos está planificado para las 9 de la mañana y contará con la presencia de la Defensoría del Pueblo, la ONG Transparencia, así como distintos observadores internacionales.
Abajo se ve el mapa de concesiones mineras en la provincia de Islay, así como varias fotos del Valle de Tambo tomado el sábado 26 de setiembre de 2009.
Fuente: CONACAMI -PERU
martes, 22 de septiembre de 2009
¡Movilización Lunes 28 de setiembre 9:00am - Inicia 4to Juicio a Fujimori!

"Ricardo Soberón opina sobre Nancy Obregón, Plan VRAE y Narcotráfico"
jueves, 17 de septiembre de 2009
El acuerdo entre Estados Unidos y Colombia: una oportunidad para el diseño de una política regional de lucha contra el narcotráfico.
Adriana Rodríguez Salazar
Investigadora Social.
La firma del acuerdo de cooperación entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos, establece un nuevo hito para la seguridad regional. La presencia de “uniformados norteamericanos” en siete bases militares colombianas, bajo el argumento de fortalecer la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, constituye un riesgo para el equilibrio de la seguridad de la región. Utilizar la lucha contra las drogas es una apuesta arriesgada de Washington, pues su política está cuestionada por los escasos resultados, en el crecimiento del narcotráfico, la delincuencia organizada, las bandas criminales y del poder de los grupos armados.
La preocupación de los gobiernos de la región se evidenció en la Cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur (28 de agosto del 2009) Aunque no se condenó el acuerdo, se confirmó la necesidad de contar con una política de lucha contra el narcotráfico, no alineada a Washington, sino basada en los principios de la integración suramericana. Esta coyuntura es una oportunidad para avanzar en las reformas a las políticas fracasadas.
Firma de un acuerdo internacional sin consulta ni debate.
Desde que se supo que el gobierno del presidente Correa no daría continuidad al acuerdo de la Base de Manta, se prepara una alternativa que permita la operación de militares norteamericanos en Sudamérica. En el 2008 se mencionaba a la Base de Palanqueros como un punto estratégico que, junto a las bases de Tres Esquinas (en el Caquetá) y Tolemaida (en Cundinamarca) permitirían la presencia militar de uniformados estadounidenses. El acuerdo que ha despertado las alarmas de los países de la región, aunque aún no se conoce, ha sido firmado entre los Estados Unidos y Colombia.
Lo que hasta ahora se sabe es que el acuerdo permitirá el tránsito de militares estadounidenses en siete bases colombianas ubicadas estratégicamente en el país. El mayor acceso y uso se permitirá en las base de Malambo y Cartagena, en el Caribe; Apiay, Tolemaida y Palanquero, en el centro del país; Larandia, en el sur y; Bahía Málaga, en el Pacífico.

La importancia militar de Colombia para EE.UU. BBC Mundo, 2009.
La base de Palanquero es estratégica para establecer la unidad militar más importante en la región, después de haber abandonado el Canal de Panamá. La base destaca por una gran capacidad operativa y tecnológica; tiene la pista más larga del país, es la única con barrera de frenado para aviones que aterrizan a altas velocidades y permite el despegue simultáneo de hasta tres aviones. Por su ubicación permite que los aviones Kfir lleguen en menos de 10 minutos a La Guajira, en la frontera con Venezuela; y al sur del país, en la frontera con Ecuador.
No menos importante es la base que opera en el Pacífico colombiano. Bahía Málaga es una zona estratégica por su equidistancia con Panamá y Ecuador, y es el eje de la salida del país hacia el pacífico como polo de desarrollo del siglo XXI. La alusión de Chávez sobre los intereses de Estados Unidos hacia el Pacífico, no es descabellada, toda vez que la ampliación de mercados es urgente así como la apertura de canales y vías de comunicación para el libre comercio.
Por su importancia, el acuerdo debería debatirse públicamente, puesto que afecta la política internacional del país e incide en la relación con otros países de la región, como quedó demostrado en la reunión extraordinaria de presidentes de Unasur (Bariloche, 28 de agosto 2009). En Colombia no fue sometido al debate del Congreso, ni a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores.
El acuerdo tiene una vigencia de diez años prorrogables y una inversión para la Base de Palanqueros de cerca de 42 millones de dólares. Según el General Padilla, ministro de defensa colombiano, las fuerzas armadas están en capacidad de ofrecer entrenamiento e instrucción a otros países de la región para “ayudarles en su lucha contra el narcotráfico que hasta ahora inician”. No olvidemos que el objetivo del acuerdo es “fortalecer una cooperación ya existente en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo profundizándola en unas áreas específicas”.
El argumento fundamental es fortalecer la política existente contra el narcotráfico, a pesar de los escasos resultados del Plan Colombia y la alta inversión militar que se realizó con la misma justificación: la lucha contra las drogas y el terrorismo. Se estima que dicho plan incrementó en 52% los efectivos de las fuerzas armadas, aumentando además el gasto en defensa y seguridad del 3,5% del PIB en 1999 a 4,23% el 2005.
¿Seguir aplicando una política fracasada en la lucha contra el narcotráfico?
El argumento que sustenta el acuerdo es la cooperación en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. La doctrina de seguridad del Plan Colombia, aplicada con el apoyo del gobierno Bush se repite para justificar las operaciones militares en territorio colombiano. Sin embargo, convendría revisar los resultados de dicha política en cuanto a la reducción de la producción de cocaína en Colombia y en la disminución del narcotráfico.
Aunque en el balance oficial del Plan Colombia se presenta un saldo positivo en la lucha contra las drogas cuando se habla del 60% de descenso en el área cultivada desde su aplicación en 1999; el análisis conjunto de los factores asociados a la producción muestra un resultado diferente. Las mediciones de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito muestran que el área cultivada aumento un 27% durante el último año. En los últimos diez años se incrementó la capacidad de producción, llegando casi a duplicarse al pasar de 350 a 600 toneladas métricas, entre 1997 y el 2007.
Cuadro comparativo de cultivos, fumigaciones y producción de cocaína en Colombia
Décadas después de la aplicación de la política basada en la tolerancia cero a la producción, Colombia continúa siendo el principal país productor de cocaína, con el 61% de la producción potencial mundial. Aunque en los últimos diez años se han fumigado más de un millón de hectáreas y se han asperjado toneladas de mezcla química de round-up y surfactantes sobre los cultivos de coca, el área cultivada aumento en un 20% entre 1997 y el 2007.
El narcotráfico está lejos de disminuir; por el contrario se diversifica y adapta, en una dinámica similar a la del efecto globo de los cultivos de coca, puesto que una de sus características es su fragmentación y volatilidad. Se pasó de la época de Pablo Escobar y la persecución a los grandes cárteles, en los ochentas y noventa, a la atomización de los grupos que controlan las diferentes fases de transformación y distribución; así como las rutas y corredores estratégicos. El negocio se ha especializado y deslocalizado, siguiendo la lógica del capital, sólo que nutrido por la criminalidad asociada a la ilegalidad de la actividad.
Entre tanto se repite el ciclo de la deforestación, para establecer nuevos cultivos, y las fumigaciones, para erradicarlos; mientras se avanza sobre ecosistemas estratégicos como la Amazonia y el Pacífico Biogeográfico, además de numerosos parques naturales y resguardos indígenas. La población que habita dichos territorios padece los efectos perversos del narcotráfico y de su capacidad para agudizar la violencia.
Uno de los efectos más dramáticos de la violencia es el desplazamiento interno de 4 millones de personas, el segundo país con más desplazados del mundo, después de Sudán. Entre los efectos de este drama se tiene una mayor concentración de la tierra y la integración de zonas campesinas y boscosas a la dinámica económica el neoliberalismo. Esta situación afecta más que a nadie a los pueblos indígenas, quienes abandonan sus territorios ancestrales a medida que avanza la inversión de empresas extractivas y multinacionales atraídas por las políticas de privatización y de liberalización económica.
Según el estudio de la Fundación Seguridad y Democracia, el poder corruptor y de generador de violencia del narcotráfico se expresa en las altísimas tasas de homicidio y de secuestro de últimos quinquenios, en la crisis humanitaria del desplazamiento, en el fortalecimiento de los grupos armados y en la creación y utilización de otras rentas ilegales que generan más violencia y más crimen[1]. Nuevamente volvemos a la necesidad de revisar la política de drogas y de asumir el debate que permita aplicar otras fórmulas pata resolver el problema del narcotráfico que ha extendido sus redes y rutas a Centroamérica, afectando la seguridad de países como México y Guatemala.
La revisión de la política contra el narcotráfico es perentoria. Desafortunadamente la Conferencia mundial contra las Drogas (Viena, 2009) dio muy pocos avances, entre otras cosas porque aún no se definía la política norteamericana que seguiría el presidente Obama. Al respecto, sería interesante preguntarse si la política de lucha contra las drogas aplicadas en los principales países productores de heroína y cocaína en el mundo - Afganistán y Colombia- es la correcta para resolver los conflictos que viven estos países y que afectan la seguridad de las regiones.
Esta coyuntura puede ser la oportunidad para reformar la política de lucha contra las drogas. El escenario de la Unasur es una oportunidad para discutir y diseñar una estrategia propia para la lucha contra el narcotráfico, a partir de la experiencia y el conocimiento de las comunidades locales, las organizaciones sociales, los pueblos indígenas y sus usos ancestrales, la academia y demás sectores que tienen alternativas para definir una política justa y eficaz contra las drogas.
[1] Alfredo Rangel y otros. La batalla perdida contra las drogas:¿Legalizar es la opción? Fundación Seguridad y democracia; Intermedio Editores Ltda., 2008
Se inicia Encuentro Andino - Amazónico en Arequipa
Jueves, 17 de Septiembre de 2009 15:20
Así lo manifestó, Francisco Muñiz Tristán, dirigente de la Coordinadora Nacional de Comunidades del Perú Afectadas por la Minería CONACAMI Perú.
Muñiz Tristán indicó que este debate, contribuirá a conocer el otro lado de estas actividades extractivas, es decir, los efectos ocasionados a la salud de los pueblos, el despojo de territorios y la falta de implementación, por parte del Estado y empresas mineras, de un mecanismo de consulta a la consulta a las comunidades, tal como lo estipula el Convenio 169 de la OIT ; aspectos que no se están abordando en la convención minera PERUMIN”.
Por su parte, Hilda Huamán, presidenta de la Coordinadora Regional de Comunidades Afectadas por la Minería (CORECAMI-AREQUIPA), resaltó la importancia de este encuentro que reunirá a representantes del ande y la amazonía, cuyas problemática es similar.
Al respecto sostuvo que se busca la confluencia de agendas, afianzando la unidad andino-amazónica, para consolidar propuestas y estrategias en defensa de sus derechos colectivos.
En ese sentido, ambos dirigentes destacaron la presencia de los representantes de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) tanto en la organización y convocatoria al evento.
Con ello se ampliará el debate hacia las actividades de las petroleras en la amazonía y colocar en la agenda pública el cese a la criminalización, judicialización y persecución de los líderes sociales amazónicos y andinos.
La convención alternativa se realizará los días 17 y 18 de octubre desde las 9:00 am en el local de Construcción civil en la ciudad de Arequipa y será transmitido por TV y radio vía internet en las siguientes direcciones: http://www.conacami.org// y http://www.prensaalternativa.com/
martes, 15 de septiembre de 2009
Habrían Muerto tres personas por disparo en Cajamarca

martes, 8 de septiembre de 2009
Boletín de Derechos Humanos

Nº 323 – 04 de Septiembre de 2009
Red Latinoamericana de Radialistas
La Red Latinoamericana de Radialistas Pro Derechos Humanos, está orientada a la promoción de la paz y los derechos humanos. Incluye la producción y difusión satelital de un espacio radial semanal participativo y la difusión de sus contenidos a través del Semanario Web PRODH. Se cuenta con la alianza del PRODH con instituciones y medios comunitarios de Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina y la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, ALER.